28.12.06

En el Desierto de Kakonya

En nuestro último episodio, nuestros héroes, Juno, Ramón el de la Barba, Xuxa y Plagio Skywalker, acababan de salir victoriosos de su primer encuentro con los negros sirvientes del Sr. Doctor, el malo, que esclavizaba enanos en las tierras lejanas de Allende los Mares, Bajo las Estrellas.

Ahora, el grupete pete descansa en las afueras de un pequeño pueblito de mierda llamado Pijenia. Por ahí corría un arroyo no muy profundo, y mientras Ramón el de la Barba aprovechaba para lavar sus ropajes corroídos de tanto correr frenéticamente, Juno aprovechaba para lavarse la garompa, porque ya era hora.
Plagio yacía felizmente bajo un árbol frondoso cuando una manzana le cayó en la cabeza. Él la miró con curiosidad, y luego de un rato anunció:
"Gente, creo que hice un descubrimiento."
"Qué has descubierto, joven Plagio?", preguntó Xuxa.
"Descubrí... las manzanas."
Pero antes de que nadie tuviera tiempo de echarlo del Guild, cayó del árbol un viejo zaparrastroso, junto con un montón de pociones y magias y armaduras y armas para vender. Dios sepa cómo, las guardaba todas en el chaleco.
Juno se adelantó y con jovialidad le dijo amablemente:
"¿Quién eres tu, miserable despojo de ser humano?"
"Yo soy un pobre vago, señor. Pero tengo unas mercaderías que están re piolas."
"Ápa. Cuéntanos qué tienes, insignificante pedazo de excremento."
"Bueno: tengo pociones para restaurar la vida, Red Bull para tener alas, pasta base, merca de la buena posta... ah, y mezclo unos whiscola buenísimos."
"Yo quiero uno de esos."
Plagio Skywalker interrumpe abruptamente:
"Manzanitas, DECIME QUE TENES MANZANITAS!"
"Atrás tuyo hay un árbol de manzanas. Son gratis."

Mientras Plagio corría a toda velocidad y derribaba el árbol, unos extraños seres surgieron de la nada. Se asemejaban a los negros que habían confrontado antes, pero éstos estaban incluso menos vestidos, más sucios y más sobrios. Eran pungas.
Atrás, el anciano vendedor ya se había dado a la fuga. El primero de los cuatro pungas lanzó un Ataque Limpiavidrios, y fue más de lo que pudieron soportar. Cayeron ambos cuatro rendidos al instante.

GAME OVER.

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Slot 1...

...tras Plagio corría a toda velocidad y derribaba el árbol, unos extraños seres surgieron de la nada. Se asemejaban a los negros que habían confrontado antes, pero éstos estaban incluso menos vestidos, más sucios y más sobrios. Eran pungas.
Atrás, el anciano vendedor ya se había dado a la fuga.
Rápidamente, Ramón el de la Barba anuncia: "NO TENGO MONEDITAS, FLACO".
Esto es un duro golpe para los pungas. Dos de ellos mueren instantáneamente. Ramón casi se queda sin MP, que de todas formas es un fraude porque él no sabe hacer magia.

El cuarto negro contraataca: dice sugestivamente "Te cuido el auto, maestro?".
Plagio Skywalker pasa a estado "comprometido" que es como "poison", porque con cada segundo, su barra de vida se acorta.

Mientras Plagio se desgasta lentamente, Xuxa realiza la magia arcana de la "Luz verde". Los pungas quedan casi sin poder. Antes de morir, lanzan el último golpe: "Rayón de auto".
Se ve que de medicina Ramón tampoco sabe un carajo, porque le da de tomar agua oxigenada a Plagio, esperando que reviva... pero ya es tarde.
Juno dice:
"Él era... era... mi mejor plagio" y rompe a llorar.
Xuxa dice:
"Le gustaban mucho las... bueno, las manzanas."
"MANZANAS?" Plagio revive de un salto, y tras regurgitar el agua oxigenada, están listos para una nueva aventura.

En el horizonte ya se ven, débiles, los contornos de la gran ciudad central de la región de Allende los Mares, Bajo las Estrellas. Pero la travesía todavía les depara contrapuntos, el primero de ellos: el pueblito de Pijenia.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

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CHAU