31.7.10

Actualizá Yoleihu Nacho

¡Hijos de una gran morsa del oficialismo! ¡Desmembrados parásitos de doble escroto! ¡Fétidos revolvedores de feijoadas en un Bar Mitzvah clandestino! ¡Viles, bellacos, ponzoñosos, truhanes, malvivientes! ¡Excavadores de tumbas de bebé! ¡Marplatenses sietemesinos oníricos barbacoa comida pelota!

¿Alguno de ustedes es dueño y único manutensor de un blog número uno en su propia categoría inventada? ¿Acaso alguno, cualquiera, de ustedes puede decirse un productor de contenido humorístico de primer nivel, contactado por las más altas esferas y cuerpos de paz del Mundo? ¿Conocen la sensación de amamantar a un crío con únicamente un calibre 38 y una punta de flecha indígena? ¿Pueden decirme con total honestidad que atravesaron el infierno para brindar un post, un maravilloso post, a alguien? Lo dudo, señores.

Un bote. Sobre ese bote un hombre, muy apuesto en verdad. Enderredor de dicho bote, un océano interminable, soledad. Ese hombre soy yo, y ese océano es la mediocridad. ¡Ay de mí, a flote me mantengo a duras penas, remando y alimentandolos a ustedes, alimañas, con mis virtudes, mis dones!

Y ustedes. Ustedes maliciosa peste inmunda que llega como un pariente indeseado y sin saludar se abre paso hasta la heladera de donde extrae un frasco de mayonesa y comienza a vaciarla a grandes chupetones. Con los dedos. Con los dedos, e impunemente. Ustedes osan exigirme que actualice.

Pero quiero que sepan lo siguiente: mientras ustedes, manga de mozuelos endebles y frágiles, se hallaban recostados en el piso y pidiendo enfermizamente una teta sin grasas trans, yo ponía los papeles en orden. Los patitos en fila. Los pendejos por orden de estatura. Y ahora el plan está listo. Ese plan es