Carta Abierta desde el Campo de Batalla

La siguiente es la transcripción de una pista de audio que nos llegó en algun momento de por entonces:

Hola. Mi nombre es Sigfrido Amongui Sorrete, estoy en el campo de batalla. Ya hace tres semanas que estamos en Guerra con el país imaginario de Maricatú, y estas bien pueden ser mis últimas palabras y por qué no, palabrotas. Pija, pija. Culo caca.

Estoy al lado del Señor Martuza, mi amigo imaginario. ¿Todo bien, Señor Martuza?... Dice que todo bien. Manda saludos a su familia imaginaria. El general Requesada nos dio la orden de cargar las Tontorretas con bananas, para confundir al enemigo. Una lluvia de bananas confunde a cualquiera, según el general.

Es curioso cómo la palabra curioso puede dennotar curiosidad pero tambien puede referirse a una sustancia con un alto contenido de Curio.

A los perros no hay que darles de comer chocolate porque se mueren para siempre jamás. Y no reviven, ni siquiera si vienen los extraterrestres y convierten a todos los muertos en zombies.

Zombies Ate My Neighbours, era un juego para Sega que taba re copado, vos ibas por la ciudad con tu pistolita de agua matando zombies. Los jodidos eran los bebes y los de la motosierra, no se morían más.

Ñaca Ñaca, Güé Güé. Significará algo eso en algun idioma que conozcamos o que no conozcamos porque no lo habla nadie, ni siquiera las gentes que podemos pensar pero que en realidad no lo hablan porque no existe? Pero al final existen o no existen? Escuchame, vos me estas tomando para la joda.

Basta, Señor Martuza, BASTA!

No, no estoy de humor. Dejame tranquila. Terminá de cargar las bananas y hablamos.
Bueno si ya terminaste, vamos a cultivar ladrillos. De forma que cuando venga el enemigo ya haya crecido una pared fuerte y robusta.
NO, Señor Martuza, salí. ¡Sali te digo! ¡Me haces mal! Salí en este instante. O voy a tener que llamar al Admin para que te kickee en las pelotas.

Vaya para la cucha. Shú.

Como les iba diciendo, no hay mejor que una rica tartaleta de ñoquis con mermelada de triciclo para eliminar los efectos de la mosca tutú.

Cáspita. ¿Oyen eso? Son los pasos del ejército maricatunio. Recórcholis, debería haber plantado ese muro con más tiempo. Pero pasaban Padre de Familia y me olvidé. Ahora pagaré caro mi error, caro como Windows Vista cuando la gente pensaba que servía para algo. Caro como la Play3 antes de que salieran juegos buenos para la Wii. Caro como una mina que se llama Carolina o peor: Carola, y por eso usa el apodo "Caro".

Oh no, ahi vienen, con sus trajes Auto Disimulantes de Salpicaduras Comprometedoras, con sus Cascos Anti Macri Cantando, con sus Botas Auto Pateadoras de Enanos Sucios, con sus Guantes Auto Bulto Evitadores, con sus Cinturones de Batman y sus Calzones de Superman.

Uia, uno de ellos ha disparado y la bala está viajando a velocidades ultrapédicas en mi dirección. Por suerte el Señor Martuza, ansiando mi recto, se lanzó para interceptar el proyectil. Lástima que es imaginario.

Me dio. Sólo voy a decir que no... lamento haber vi- visto ese e-episodio de... de P-padre de Fam-milia. La cabeza d-de Peter e.. e.. explota...

La tumba de Sigfrido Amongui Sorrete ahora reza: "Amado concuñado. Delirante hasta el final."