Operación Pantriste

El 23 de agostiembre, en Washington D.C. se aprobó un proyecto de ley escrito sobre papel higiénico que hacía constar que todos los picaportes de las casas serían removidos. Así, alegaron, sería imposible que un ladrón entrara.
-Pero, señor presidongo, cómo entrarán los dueños de las casas?
-Por la ventana.
-Si viven en un segundo piso?
-Suben con sopapas por la pared.
-Si no tienen ventanas?
-Déjeme de joder con boludeces y traigame mi chupete.
-Sí señor.

Y así comenzó la incautación masiva de picaportes. El populacho, mientras tanto, protestaba con pancartas que reclamaban por los derechos de los picaportes. Mientras ellos estaban marchando, los de la CIA les robaban los picaportes. CIA uno, populacho cero.

Finalmente, la turba llegó a los cuarteles generales de la P.I.C.A.P.O.R.T.E (Palangana Ilustrada Con Arbolitos, Pastito, Ornamentos Raros, Cuba Libre), demandando sus picaportes; sabían que los susodichos estaban ahí.
Los policías empezaron a lanzarles picaportes, que algunos recogian y se llevaban, pero la mayoría los devolvía. Comenzó la represión, la gente tiraba con ladrillos, los policías con zapatos, lo único que tenían a mano (a pié, bah), porque habían empeñado todas las armas para comprar rosquillas.
Crujientes... rosquillas.

Me voy a desayunar.