Allende los Mares, Bajo las Estrellas
Bienvenidos al penúltimo capítulo de ésta historia. Hagamos un previously: Juno, el guerrero estereotipo, Plagio Skywalker, un enano con un nombre robado, Xuxa, la princesa élfica y Ramón el de la Barba, un mago para fiestas salen de la Ciudad Capital de Edenia y afrontan peligros inimaginables a medida que van subiendo de nivel. Luego de cruzar el desierto de Kakonya, se encuentran con un asqueroso mercader, y se lo vuelven a encontrar en el Valle de la Muerte. En ésta ocasión, el viejo envenena a Juno, y estafa a Xuxa. Finalmente, Plagio, cuyo único ataque consistía en comer manzanitas, deslumbró a todos realizando la Genkidama y salvándoles la vida, pero drenando toda su energía.
Recordá que podés leer los seis capítulos anteriores desde este link. Y ahora, continuamos.
Juno y Plagio estaban caídos en batalla, pero eso no impidió a Xuxa y Ramón el de la Barba continuar la penosa marcha y con la tierra crujiendo a sus pies y las nubes ocres arremolinandose sobre sus cabezas (qué juegazo, unos gráficos, tiene...) caminaron tenazmente.
A su alrededor yacían los esqueletos de miles de policías, que alguien había mandado contra ellos. Seguramente sería el último recurso del Señor Doctor. El camino estaba libre ahora, y no tardaron más que unas semanitas en cruzar lo que restaba. No debían cargar con los cuerpos de sus dos amigos, ya que cuando alguien queda KO, simplemente espera en el menú a ser revitalizado.
Finalmente llegaron a la fortaleza. Una muralla de acero fundido y hormigón, pútridos de humedad y tierra (con un lindo acabado en madera de roble) se alzaba ante ellos. Dos torres custodiaban la entrada, y al lado de ésta, había un conveniente cristal de salvado.
Entre los yuyos y el agua estancada que anticipaban el bosque que había detrás del castillo encontraron una Rana de la Vida Eterna, y la lanzaron hacia adentro, por arriba de la muralla, y aprovecharon el caos creado (era un conocidísimo bug del juego) para cruzar por la Entrada no Tan Grandota, que era una puerta de tamaño normal con un modesto puente que cruzaba el foso lleno de Sorongos Flotantes como quien no quiere la cosa.
El interior era majestuoso. Una pequeña calle circundaba la torre principal, y conectaba las pocas viviendas que había esparcidas por el espacio libre. Básicamente, una red de callejones entre chozas los separaba del acceso a la escalera de la torre principal.
Se abrieron paso entre gallinas y viejas tomando mate. Decidieron entrar a una choza al azar.
-Flipendo!
Salieron a toda prisa. Entraron en la contigua, y había un baúl, en donde uno podía descargarse de objetos inútiles del inventario.
-Juno y Plagio cabrán acá?
-Y... no sé. Probá.
-¿Como hago?
-Apretá Start.
-Y ahora?
-No, pelotudo, eso es Select.
-¿Y cual es Start?
-El que tiene forma de triángulo!
-Ahh! Avisá! Bueno a ver.. si, ya los dejé ahi.
-Buenisimo, asi descansan hasta que volvamos.
-¿Y si no volvemos?
-Salvamos el juego en la entrada, te acordás?
Salieron de la choza, y anduvieron por los callejones un rato, evitando ser detectados. Pelearon contra algunas gallinas y algunas viejas que tomaban mate, para entrenar. Una vieja resultó ser sadomasoquista, lo cual les dio un poco de asquito.
Casi llegando a la entrada de la torre, encontraron un comerciante que les dijo hacerles precio, aunque ellos sabían que los estaban cagando. Ramón el de la Barba consiguió cambiarle la vieja sadomasoquista por una armadura, y mató dos pájaros de un tiro.
-¡Esos eran mis pájaros! ¡Polly, Fabián! No se mueran...
-Uhh, perdón, flaco, no sabía.
-No hay trato, dame la armadura.
Xuxa pasó la mano frente a la cara del comerciante (a lo Obi Wan), diciendo:
-Acá no pasó nada.
-Acá no pasó nada - repitió el hombre.
Ramón el de la Barba y Xuxa salieron de la tienda. Se aventuraron, encapuchados, hacia la verja que resguardaba la escalera que ascendía en caracol alrededor de la torre, a la vista de todos.
Xuxa, tras comprobar que la cerradura estaba puesta, deslizó su mano sobre el picaporte, y éste cedió. Ramón, el Hombre de la Barba Sospechosa, dijo:
-Tenés poderes Jedi y no nos dijiste nada?
-No, mi joven padawan: tengo Mastercard.
Y escondida en la palma de su mano, estaba la tarjeta que todo lo puede.
Comenzaron la subida; no, "ascenso" queda mejor. No, yo quiero poner "subida" y voy a poner "subida". No seas negro, poné "ascenso", por el amor de Peperino. Bueno, todo sea por Peperino.
Comenzaron el ascenso, y cuando estaban a mitad de camino de la primera torre, la gente los comenzó a señalar, y los guardias, con su emblema de Porontizonte (un símbolo que data del viejo Imperio de Edenia), los siguieron por la escalera. No había otra salida: habría que luchar.
Los guardias llegaron hasta ellos, y un quilombo ininteligible de flechas, lanzas, bastonazos, puños de Chuck Norris, lanzallamas y algun que otro pijotazo, se abatio sobre los protagonistas. Los guardias caían fácilmente, pero seguian viniendo más. Sin embargo, tanto el HP como el MP como el HdP de Xuxa y Ramón el de la Barba, se iban drenando. Ramón también iba perdiendo puntos de dexerity (que no era mucha porque era un mago trucho), debido a otro bug. Xuxa recordó que le había comprado al mercader un ataque masivo, pero no se decidía a utilizarlo: la última vez que hizo esto, dejó KO a Juno. Acabó por tomar el riesgo: con su poderosa voz gritó "¡Recatate!".
De inmediato, un escuadrón de wachines acudieron en su ayuda, y en cuestión de segundo, los escoltas estaban hechos polvo. Algunos todavía tenian ojos. Pero los wachines también se volvieron contra Xuxa y Ramón. Ramón reaccionó rápidamente, y arrojó todo su oro por un costado de la escalera. Las monedas guiñaron luz por un momento, y luego cayeron hacia la aldea debajo. Los wachines se lanzaron tras ellas.
Con el camino despejado, llegaron a la cima con facilidad, solo para descubrir otra torre más estrecha y más alta. Las nubes cubrían todo lo que había debajo. Al pie de la escalera había otro cristal de guardado, que además les restauraba HP, MP y HdP. Procedieron a escalar una vez más los peldaños empinados. Pronto se hizo de noche, así que decidieron acampar. Tras una cena de velas, cada uno se pegó una ducha y se retiraron a sus camas adoseladas. Claramente estaban alucinando peor que Frodo, porque estaban cagados de frío tirados en una escalera de piedra.
La mañana los encontró sin ganas de seguir, pero impelidos por su sentido heróico y porque había ganas de ganar el juego. Continuaron y varias horas más tarde vieron con júbilo el fin de la escalera. Frente a ellos tenían un jardín inmenso y verde. Las mariposas volaban bajito por la diferencia de presión. No había mosquitos, y como estaban a la altura de las nubes, el sol no pegaba tan duro. Gatitos jugaban con ratoncitos blancos, algunas modelos de ropa interior hacían una guerra de almohadas, y hasta creyeron ver un enano montando un monociclo. En conclusión, el jardín era perfecto, todo lo que uno podía desear.
Avanzaron con paso torpe anonadados por tanta belleza. La torre tendría unos 50 metros de diámetro. En el centro estaba, tomando sol en una reposera, con su piel pálida, sus arrugas, sus lentes y bigote a lo Tangalanga, su bermuda de Rip Curl y su pantalla solar Nivea, el Señor Doctor.
No te pierdas el último capítulo y la pelea más impresionante de la saga. Sólo por TeLeFeeeste, quiero decir, sólo por Yoleíhu!
1 comentarios:
AUUJUAJUAAJUAJUAJUA
TEMEEEEEEEEEEEENDOOOO
muy bueno nahco, muy bueno
ajajja
."CONOCIDISIMO BUG DEL JUEGO"
ajjajaja
."LA TARJETA QUE TODO LO PUEDE"
jajaja
."SUS HP, MP Y HdP"
ajjajajJAJJajaJ
excelente!
Publicar un comentario