11.4.11

Hotel Astrolabius (extractos misceláneos uno)

Como soy bueno, les dejo algunos extractos de lo que llevo escrito de mi libro, Hotel Astrolabius. No se confíen sh, el libro me tomaría como 2 años escribirlo si dedicara todo mi tiempo a eso. Así que como es muy muy poco probable que alguna vez lo termine, les paso a tirar unos extractos. Vamos allá:

“Todo eso está muy bien, miss Illuminati, pero, repito: ¿quién es esta tal Pafufa?”
¿Cómo podía yo saber que Pafufa era el nombre de la hija de puta de la limpieza? ¿Cómo podía yo saber que Pafufa tenía el coeficiente intelectual de un golden retriever? ¿Cómo demonios iba yo a saber que Pafufa, justo en ese instante, merodeaba entre nuestros pies buscando bocadillos de queso que se le hubieran caído a los huéspedes risueños? Al oírme decir su nombre, corrió en línea (casi) recta hasta donde estaba yo, sentando de culo a dos viejas en el trayecto, y cuando me alcanzó comenzó a lamerme e introducirme su lengua en mi oreja. Todo esto me puso en una especie de frenesí bochornoso, y mientras intentaba sacármela de encima por medio de patadas y amenazas de muerte, mi cara se ponía más y más roja a causa de esa bendita colonia que me eché en cantidad. Finalmente miss Illuminati y tres mozos (quienes luego aprendería que son los hermanos Juartman, y parte del staff) obligaron a Pafufa a calmarse, y la enviaron al jardín.

Otro:

“Press START to play” me musitó un hombre al oído. Para mi sobresalto, ante mí: una especie de inmigrante descomunal con retraso, mal afeitado y vestido con lonas y trapos húmedos, sostenía una pequeña tortuguita en su manaza, y ahora me la extendía. Repetía “Press START to play”, mirando la tortuguita raquítica con emoción. Temerosamente alargué mi dedo índice y presioné al pequeño reptil, que repiqueteó como una campanilla de hotel. Dos entradas a mis lados se abrieron de par en par, y un coro de porristas empezó una canción idiotizante. Yo recibía frases inconexas, como “Presiona WASD para moverte.” Incómodo, me movía. “Presiona ESPACIO” para saltar.” Yo salté. “¡Enhorabuena! Ve a la siguiente habitación!” cantaron las cheeleaders. A una de ellas dí un puño en plena nariz, con furia. Se escuchó el ruido de un tabique nasal partiendose en dos y de inmediado un rio de sangre efluyó de su cara, mientras ella se convulsionaba en el piso. Las otras cheerleaders (algunas con los pies, tobillos y piernas cubiertos de sangre) lanzaban miradas nerviosas, como temiendo su propia muerte o desfiguración, pero no atreviéndose a dejar la charada, como por miedo a algún mal mayor. Golpié a una más y huí de la habitación.

Y uno más:

Cuando me desperté, estaba solo en el vestíbulo, y mi cabeza palpitaba salvajemente. Una nota depositada a mi lado rezaba: “os cambiaré un qué por un coquillo”.

“¿Un qué?” tuve la imprudencia de decir. Al instante siguiente un coco de pequeño tamaño –salido de un compartimiento secreto en el cielo raso – aterrizó sobre mi cabeza. Allí me precipitaba de nuevo hacia la inconsciencia, cuando de una puerta a mi derecha emergieron dos hombres, uno cabezón, el otro notablemente viril.
“Deberás tener más cuidado muchacho, los jueves son día de coquillo” dijo el primero.
“No te escucha, Esther, está al borde del desmayo. Si bien recuerdas, sus amigos lo abandonaron luego de que el Militar lo golpeara por manotearle el ganso.” añadió el carnicero.
“Guárdate tus halagos y agasajos para momentos más oportunos, Irma. Éste pierde lucidez.”
“Bueno, pequeño pez, ahora te diremos lo que debes saber: Dios está muerto, la existencia precede a la esencia, todos los hombres son nacidos iguales y queriendo tener coito con sus madres.”
“Y no confíes en los pelirrojos.”

3 comentarios:

Ramireo dijo...

Creo es lo mejor que escribiste en largo tiempo. Espero tengan algún tipo de relación estos fragmentos, seria deliciosa una trama tan bizarra como se me antoja.

Nacho dijo...

Oh sí que tienen relación. Por eso el libro es tan difícil de escribir.

Zeithgeist dijo...

sabes q que quiempre dije q escribir un libro de a pedazos debe ser la tare mas jodida q existe?