Cosas que no voy a extrañar Uno

Cosas que no voy a extrañar cuando pase a un plano superior de existencia dejándolos a todos atados a sus sucios cascarones físicos (volumen uno)

• El dulce de leche. Ese empaste infame que por suerte no escapó todavía las fronteras de el cono sur. No solo no te voy a extrañar sino que te voy a recordar con desprecio, ME ROBASTE LOS MEJORES AÑOS DE MI VIDA Y LOS QUIERO DE VUELTA.
• Las mujeres feas. Si Dios fuera una mascota hogareña habría que señalar a las mujeres feas y retarlo como se reta al perro cuando se hace pis adentro. QUE HICISTE. MAL DIOS. MAL HECHO, ESO NO SE HACE DIOS. En serio, qué sentido tienen? Ni el escalafón mas bajo pueden rellenar: asistentes, secretarias o recepcionistas, porque su trabajo justamente depende de ser eyecandy. Un desperdicio.
• Los cables. A veces me cuesta creer mi infortunio de haber nacido en la era de la informacion pero JUSTO en la etapa que todavía dependemos de cables. SERA POSIBLE, HIJO DE UNA GRAN PASTAFROLA HECHA DE PUTAS. Nunca conocí a nadie con el grado de infradotadez necesaria para decir que le gustan los cables, y espero no conocerlo.