11.2.10

Hipólito Yrigoyen y el medio-caso Esponjamojada

Hipólito se encontraba acurrucado debajo de su escritorio con los dedos fríos (porque no había pagado el gas) y el teclado de la PC. Tipeaba una letra a la vez su proximo libro; ya iba por el vigésimo séptimo capítulo, "formas de ganar peso con una dieta macrobiótica" porque su editor le había dicho que apelar a los anoréxicos vegetarianos con desnutrición de centroamérica era un éxito garantizado. Irrumpióse en su habitación un hombre de mediana edad. Le faltaba la mitad derecha del cuerpo (¿MI derecha o TU derecha?). Como reemplazo inflaba su camisa y pantalón con globos de ULE, por lo que mientras caminaba rechinaba de forma irritante.

- Vaya vaya! - exclamó Nuestro Hipólio Yrigoyen - En el pasado un señor me pidió que encontrara su media naranja. Me tomó meses pero finalmente encontré una verdulería abierta a las 3 AM. Su caso, sin embargo, señor Esponjamojada, resulta más interesante (y si me lo permite, más sexy). ¡Lo acepto! Vuelva mañana.
Hipólito salió a grandes pasos de su oficina. El Medio Señor, que no se llamaba Esponjamojada, no supo qué hacer. No había dicho ni una sola palabra.

ESA NOCHE, EN MALASIA...

¡Trabajad!¡Trabajad! Tzu Tzana azotaba a los huérfanos para que cosieran esas zapatillas más rápido.

DE VUELTA EN LA CIUDAD DE El Concho, AL OTRO DIA...

- Señor Esponjamojada, los resultados son inesperados, proceda a su propio riesgo. Una búsqueda ferviente en Poringa me reveló que su mitad faltante fue encontrada nadando en círculos en la Bahía Alegría, setentaydonga kilómetros al norte de aquí. Así que fui y la recuperé por usted. ¡Y aquí está!
Hipólito Yrigoyen liberó un atado de globos. El Señor Esponjamojada se liberó de su mitad sustituta, hecha de precarios carne y hueso, y se reunió con su mitad original.
En el camino de salida se raspó con un cosito y CABÚM, ese fue el fin del Señor Esponjamojada.

El medio cuerpo humano que quedó atrás, sin embargo, tenía un billete de 5 pesos en el bolsillo. Lo justo para un yogur y un paseo en el parque. Y para pagar el gas.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

CABÚM

> dijo...

ULE

Gustavo dijo...

Hace rato que quiero pasarte esto. Atención, que no es cualquier cosa. Es la canción de los genitales

http://www.youtube.com/watch?v=_Nj_A9DPn4o

Habría que añadirlo a la lista de posibles traumas yoleihooliganianos