23.3.08

Mi viaje transchinaico

Lo dije en ese entonces y lo repito ahora: hay demasiados chinos.
No, vamos desde el principio:

Con alegría en el alma, una cancisón en el corazón, un ñoqui entre mis dientes y un mono sobre mis hombros, crucé Indonesia a remo. Eso por tierra, apaleando a cuando indonés se me cruzara. Cuando llegué al agua y tuve que navegar, constaté que mi remo no nos aguantaba a todos, por lo que habría que hacernos de otra embarcación. También constaté que tenía un mono a la espalda, y que el mono tenía una caña de pescar de la cual pendía una foto de Gary Coleman, y durante todo el trayecto la había sostenido frente a mí para que caminara, como un burro de carga. Yo, por mi parte, perseguía a Gary para hacerle el amor dulcemente por detrás.

En fin, terminamos engañando a un pescador pobre para que nos alcanzara desde Makasar hasta Djakarta, utilizando uno de esos razonamientos pelotudos de los orientales: "si le niegas ayuda a un pobre viajero que te lo pide, tu y toda tu familia perderán su honor" y el mono agregó "y también su ropa interior". Y el pescador decidió que rimaba, y por lo tanto debía de ser cierto.


Desde Djakarta pasamos por muchos lugares con nombres muy graciosos, a saber: Palembang, Martapura, Baturaja, Sungaipenuh, Muarabungo, Daludalu, Medan, etc. A esta altura ya estábamos abordando Malasia, donde nos interesamos particularmente por las actividades en que los chicos ocupaban sus días. Sacamos fotos!
¡Qué plato!

Anyways, de Malasia a Tailandia, de Tailandia a Cambodia, de Cambodia a Vietnam (donde nos detuvimos a visitar el famoso Ho Chi Minh del que tanto se habla en Futurama) y después derechito hasta el norte con una breve escala en Hong Kong para ir al baño. Encaramos al oeste entonces, yo y mi mono al que a esa altura ya le había dado el nombre de Robin y le había comprado su respectivo antifaz y tanga.

Nos dirijimos al Tíbet, y al llegar nos quedamos para aprender los secretos de la vida, y lo que es mejor, para pegarle cachetadas en la pelada a los monjes.
Lo que aprendimos de ellos, lo sabrán en el próximo post.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

noooooooooooooo! que paso en el tibet?!?! no puedo esperar al pronsimo post!!! esta historia se pone a cada paso mas interesante!!

¡Por cierto eso fue puro sarcasmo!

ewasdfascsvazsdfeghfdbas dijo...

Vos puro sarcasmo en bolas.


De que hablas Willys?