De los Gordos, y de cómo mantenerlos bien lejos

Gente, el postA de hoy es un postA serio. Preventivo. Imagínese esto: va camiñando por la calle, muy felices, muy panchodotos, con sus hijos de la mano, y en la esquina divisa un Gordo. El Gordo se acerca a usted y sus niños. La lanza al niño, no surte efecto. Usted le avienta a la niña. La devora sin masticar, tipo como Kirby, y sigue en dirección a usted. Le pregunta si quiere ser su amigo, pero usted se desmaya del pánico. El dueño del almacén que vió toda la escena le baja un clip entero de clibre .45 al Gordo, pero ya es muy tarde.

Para prevenir esto, vamos a hablar sobre los Gordos, para que usted esté informado y sepa dónde les duele. Según la Enciclopedia Enparta, hay dos clases de Gordos. Los Gordos buena onda y los Gordos que usted siente en su corazón que hay que putearlos. No se ofusque: es natural. Darwin nos enseñó que el más grande se come al más chico. Usted es flaquito, hace algo de ejercicio, pero eso a los Gordos no les importa.

Caso Hipotético A: Un Gordo se acerca. ¿Qué hace?

Si pensó "correr" es usted un perdedor. Así el Gordo sabe que tiene el poder.
Si pensó "hacerlo sufrir" es usted un patriota. Pero cómo se lo hace sufrir? Bueno, una forma es lanzarle con verdura. El repollo y la lechuga especialmente, los repelen. El Gordo huirá de la comida baja en grasas. Su punto débil son las rodillas. Si logra pegarle un puntinazo, o bien un disparo con un arma de corto alcance tal como una ballesta, una escopeta de perdigones o una silla, sus piernas se vencerán y caerá bajo su propio peso, dejándolo vulnerable a un codazo en el cuello, o a ser empujado por unas escaleras.

Caso Hipotético Be: Un Gordo en bañador de acerca. ¿Qué hace?
Si pensó "Insultarlo", es usted poco original.
Si en cambio pensó "Humillarlo, hacerlo llorar y patearlo en las pelotas", es usted todo un paleontólogo. A un Gordo se lo humilla de diversas formas, desnudándolo en público, obligándolo a bailar por comida o bien ofrecerle ser su amigo y luego dejarlo paralítico atropellándolo con un jeep. Yo, sin embargo, prefiero lanzarles con excremento gritándoles variaciones diversas de la palabra "fofo", como "bobo pedorro y flojo, baboso" o bien "conchudo". Una vez que está llorando es hora de causarles un colapso nervioso, para eso nada mejor que un "no te quiere nadie, mantecoso!" poniendo énfasis en el coso.

Nada de esto se aplica a los Gordos Buena Onda. Si le hacés eso y resultó ser Buena Onda, se da vuelta la tortilla y, según los códigos morales de Gary Baldi, estás entitulado como un Reverendo Hijo de Puta.