Jackuna Batata el Engrasadorg

Jackuna Batata, cucurulo como Dios manda, salió pues a buscar un trabajo, llevando bajo la oreja a Timotontonpám, su aprendiz, que en realidad era un cono de tránsito.
Se subió pues al batimóvil desplazando a un desesperado Adam West. Encendió el calefón, giró el pedal, se acomodó la nalga del medio y presionó la palanca de cambios.

Pasó a buscar a Herr Mostro, su amigo del instituto de cumbieros y juntos acudieron a una selección de empleados por brazo mecánico. Tras varios ratos y tanto, una garra mecánica descendió sobre su impía cabeza y lo levantó de la yugular. Lo elevó por sobre la multitud de asombrados (algunos asqueados) heremeneutas y lo lanzó a la oficina de un Alto Contemporáneo, el cual lo instituyó acerca de sus deberes en su nuevo trabajou:

-Tú serás engrasadorg. Eres el encargado de engrasarg. Deberás tomár el palo de engrasarg y engrasarg todo lo que no esté engrasadorg. Si Rodolfo te llama con lujuria, alegá que te duele la cabeza y estarás bien. Se te pagará en fichines.

Jackuna abrió la puerta y pasó volando un empleado patinandose con un sorete. En dirección contraria pasaba otro. Miró a su jefe con auspicio, y éste le enplicó: "Acá nos transportamos via sorullo."
Jackuna se encogió de hombros, y luego de volverlos a la normalidad, pisó el sorongo caliente y fétido que yacía a sus pies. Patinó por los pasillos saludando a un par de helechos y algun que otro cacto decorativo. Fue a parar al closet de los utensilios de engrasarg. Rodolfo llamó:
- Tengo el panqueque caliente!!!
Oh no, su primer reto laboral. Pero qué sancloariedad es que tenía que replicar para salir airoso de la susodicha situaciónga?
-Greta... la... tijereta...?
-Vení con papá.
Así Jackuna Batata cometió su primer beatriz y esa noche en casa no puso sentarse a menos que fuera sobre Timotontonpám. Este trabajo no rindió como él hubiera deseado: mañana o tal vez el mes próximo debería buscar otro Rodolfo, digo trabajo.